02 Julio 2010

"Ahora es tiempo de la renovación urbana''

Es un amante de Santiago, pero como urbanista Juan Honold, Premio Nacional de Urbanismo 2010, conoce bien cuáles son las debilidades de la ciudad. La Hora 02 de julio 2010.

Este arquitecto que fue parte hace medio siglo de la planificación de la capital, cuando formuló el Plan Intercomunal de Santiago, evalúa positivamente que el miércoles pasado se haya rechazado la expansión de 10.000 hectáreas de la Región Metropolitana y, por lo mismo, cree ahora que es tiempo de dar paso a la renovación urbana. "Pienso que es bueno que se pensara mejor el tema de la expansión", dice. Precisamente porque a su juicio existen otras alternativas para enfrentar el crecimiento demográfico de la ciudad, considerando que entre 2010 y 2030 el área metropolitana crecerá en alrededor de 1 millón de habitantes, de acuerdo a las estimaciones de población del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Afirma que "no hay que ser urbanista calificado para saber que la mitad de lo que se llama el Gran Santiago está exactamente igual que hace 60 años", como es el caso de Quinta Normal, Conchalí y Recoleta, donde considera que es urgente que exista una remodelación. A su juicio "es necesario tener una política de renovación urbana para Santiago a objeto de recuperar estos barrios y permitir que grupos de clases medias lleguen a estas comunas. Uno pensaría que es imposible hacerlo, pero está claro que se puede y se ha hecho ya en el pasado", en sectores como el Barrio Bustamente y San Borja. Así considera que ya no se puede seguir creciendo como "una mancha de aceite" en el que "se empuja el límite urbano hacia la periferia" y es necesario construir nuevos equipamientos, infraestructura y vialiad. Santiago ya no puede crecer más hacia los lados ¿es minuto de crecer hacia arriba? Claro, esa es la conclusión. Para resolver este problema los gobiernos tienen que preocuparse de una política de renovación urbana, porque eso favorece desde el punto de vista social. Estas políticas de sacar la gente hacia la periferia acrecientan la segregación social. A la gente de menos recursos la estamos tirando al final de la ciudad. ¿La actual es una planificación pensada en la segregación? La consecuencia es esa. La expansión urbana tiene ese problema que deriva en un problema social que se genera automáticamente, la gente es marginada y termina en un suburbio (...) No estamos resolviendo el problema al comprar más terrenos en la periferia para construir. No es un negocio para la ciudad. La expansión no es tan imprescindible. ¿Qué es lo deseable que exista ahora en términos urbanos? Soluciones para el problema existen. Las áreas de equipamiento en comunas como Quinta Normal permiten que esta comuna esté en condiciones de ser remodelada y así aprovechar la infraestructura, la vialidad, las escuelas, que allí existen. La renovación permite generar una nueva ciudad sin tener que llevar a la gente a la periferia. La política social gana con esto. La remodelación tiene que ser, eso sí, controlada. ¿Qué sectores deberían tener esta renovación urbana? El 80% de Quinta Normal, al poniente del centro de la ciudad, parte de lndependencia, Recoleta y el sector sur de Santiago. ¿Propone que allí se empiecen a construir más edificios? De altura media de 4 ó 5 pisos, o sea, densificar prudentemente. Que exista una renovación de los terrenos que están cerca de las grandes avenidas. ¿Evitar por ejemplo lo que sucede en Ñuñoa, que se construyó en forma masiva en altura? Para eso están los planos reguladores, el plano regulador originalmente lo hicimos nosotros con Pastor Correa (también Premio Nacional de Urbanismo 2010), conozco el otro lado de la moneda. Sin embargo hubo algunas presiones y en vez de permitir alturas de 3 ó 4 pisos se pasaron a estos grandes edificios que no son aptos para la vida familiar. Aquí hay un tema largo de diseño, los planos reguladores debieran tener en cuenta estas políticas y como el Estado da subsidios, éstos deberían focalizarse en comunas susceptibles de remodelar. La idea es que se revisen los mecanismos que son usados. Bien vale la pena que los ministerios de Vivienda y Obras Públicas se preocupen de esto. El problema es que estas soluciones no se hacen del día a la mañana, requiere un poco más dedicación. Y a su juicio ¿no ha existido esa dedicación? No, no ha existido. Pero a pesar de las falencias actuales Honold cree que "la ciudad ha mejorado gracias a la planificación". Desde su punto de vista no puede ser de otra manera y las leyes de urbanismo no pueden quedar al arbitrio del mercado, sobre todo en un área donde hay muhos intereses cresados. "De lo contrario la ciudad llegaría a Los Andes", concluye.



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